BOCADITOS DE UVA CON QUESO Y SÉSAMO
Era bastante mayor cuando descubrí que "Sésamo" no era sólo una palabra mágica. Todavía hoy me cuesta mucho pensar en esta palabra sin el "Ábrete" delante, sin imaginar a un grupo de ladrones dirigiéndose a su cueva a guardar sus tesoros.
Pero sí, el sésamo es un ingrediente que para mí sigue teniendo ese aire éxotico de los cuentos de las mil y una noches, y una cierta dificultad para usarlo en la cocina por puro desconocimiento. De hecho, he de confesar que lo compré a propósito para estos bocaditos y es la primera vez que lo utilizo.
Si Alí Babá y sus cuarenta ladrones no lo impiden, creo que no será la última. Me gusta su textura crujiente. Y me ha gustado cómo funciona el conjunto de esta receta.
Después de unos días de incontrolable actividad chocolatera (es lo que tienen los regalos: uno quiere usar sus nuevos juguetes todo el rato), bizcochera y dulce en general, creo que me hacía falta algo refrescante, ligero, pequeño.
Que las uvas y el queso se llevan bien no es nada nuevo, pero esta cobertura ligeramente crujiente añade un contraste al queso cremoso y al sabor dulce de la uva. En resumen: vale la pena probarlos. 

De verdad que no puede ser más sencillo, más rápido, y más vistoso, todo en uno.
Un aperitivo ligero (se puede incluso hacer con queso light), rápido de preparar y delicioso.
Además, sólo tienes que hacer la cantidad justa que desees, no necesita horno ni se fríe, y como mejor está es hecho un ratito antes y conservado antes en el frigorífico.
Bocaditos de uva con queso y sésamo
Ingredientes
Uvas (blanca o negra, elige la que más te guste y tantas como bocaditos quieras hacer. Yo he usado negra)
Queso cremoso (Philadelphia o similar)
Sésamo
Preparación
Lavar con cuidado las uvas que se van a utilizar y secarlas. Con las manos, hacer bolitas de queso con la uva en el centro, y colocarlas sobre un papel de horno. Continuar hasta hacer tantas bolitas como se desee. Poner el sésamo en un plato y pasar las bolitas sobre él hasta cubrirlas por completo. Conservar en el frigorífico hasta el momento de servirlas.
TRUCO:
- Lo único importante en esta receta es utilizar el queso bien, bien frío o se hace difícil de manejar. Puedes mojarte la manos en agua fría cuando empiece a estar pegajoso, o -si no tienes prisa- ponerlo unos minutos en el congelador y continuar cuando vuelva a estar frío.
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